Espina bífida

La espina bífida es un defecto del tubo neural que se produce cuando el tubo neural, que acaba convirtiéndose en el cerebro y la médula espinal, no se cierra correctamente durante el embarazo. El tipo más grave de espina bífida se llama mielomeningocele, pero hay otros tipos menos graves de espina bífida, como el meningocele y la espina bífida oculta. En el mielomeningocele, hay un saco lleno de líquido que sobresale por la parte baja de la espalda del bebé y que contiene nervios y partes de la médula espinal dañados. Esto puede causar discapacidades como disfunción vesical e intestinal, hidrocefalia (exceso de líquido cefalorraquídeo en el cerebro), malformaciones ortopédicas, disfunción sexual, discapacidad intelectual, desarrollo de una alergia al látex y parálisis/entumecimiento de las extremidades inferiores. Se cree que la causa de la espina bífida es tanto genética como ambiental. Entre los factores de riesgo se encuentran los antecedentes familiares de defectos del tubo neural, la deficiencia de folato, ciertos medicamentos (anticonvulsivos como el ácido valproico y la carbamazepina), la obesidad durante el embarazo, la diabetes durante el embarazo y la fiebre durante el embarazo. Las mujeres que toman ácido fólico durante y antes del embarazo tienen muchas menos probabilidades de tener un hijo con espina bífida. La espina bífida puede tratarse con cirugía prenatal y postnatal y puede implicar un tratamiento continuado para complicaciones como la disfunción intestinal y vesical, la dificultad para caminar o la hidrocefalia. Muchas personas con espina bífida necesitan dispositivos de asistencia móvil para funcionar correctamente.